17 Oct La brecha digital en España; por Jose A. Rodríguez
Jose A. Rodríguez
Doctorant del programa de doctorat en la Societat de la Informació de la UOC i Máster en Societat de la Informació per la UOC
Los usuarios de internet crecen año tras año, el número de usuarios conectados es mayor que hace 5 años y seguramente sea menor al número de usuarios de dentro de 5 años. A pesar de ello el crecimiento de usuarios no se da por igual entre los diversos grupos sociales. La desigualdad en el acceso y uso de las TIC, la llamada brecha digital, es un fenómeno que viene asociado con la extensión de las TIC.
Según bridges.org1 , la brecha digital es la «división entre los que tienen acceso a las TIC y realizan un uso efectivo y los que no»2. Y define 2 tipos de brechas digitales, a nivel internacional y a nivel local. La primera se puede analizar estudiando los datos publicados del número de usuarios, tipo de acceso a la red, costes de acceso y es bastante fácil de analizar entre los países de la UE3. En cambio el estudio sobre la desigualdad en el uso y acceso efectivo a las TIC dentro de España no es tan trivial. La definición de bridges.org indica que cualquier estudio sobre la brecha digital no ha de limitarse a analizar la disponibilidad de ordenador o de acceso a internet, sino a la capacidad efectiva del uso de internet: «el conocimiento de las herramientas básicas para poder navegar y la capacidad adecuada para poder hacer que la información accesible en la red sea convertida en conocimiento» (Ballestero, 2002).
Para Ballestero existirían 3 indicadores para estudiar: desigualdades de usuarios por estatus socioeconómico, desigualdades según género y por último la existencia de un menor porcentaje de usuarios de internet entre las personas con discapacidades.
Para poder analizar la evolución de la brecha digital durante los últimos años necesitamos series generales y que se vayan prolongado a lo largo del tiempo para poder estudiar. Una de las series de datos es la que publica la AIMC a través del Estudio General de Medios, en el apartado concreto del uso de internet. Tenemos una serie homogénea de datos desde noviembre del 2000 hasta noviembre del 2004, donde a los entrevistados se les consulta si habían accedido a internet en el último mes y se segregan las respuestas según el nivel socioeconómico del hogar4 y el género de la persona que contesta. Esta encuesta del EGM segrega respuestas según origen socioeconómico y por género, con lo cuál podemos analizar dos de los tres aspectos que determinan la brecha digital nacional.
Analizando los datos del EGM por colectivos socioeconómicos, el porcentaje de personas que afirmaban haber utilizado internet en el último mes aumenta a todos los niveles, tal y como indica el siguiente cuadro:
Tabla 1: Porcentaje de usuarios de internet en el conjunto de la población por origen socioeconómico. Fuente: Elaboración propia a partir de los datos publicados en los EGM de noviembre del 2000 hasta noviembre del 2004.
En una primera lectura los datos son positivos, a pesar de que crece a un ritmo lento, el número de usuarios está en su conjunto aumentando. Pero en una segunda lectura observar que no aumenta de forma homogénea: entre noviembre del 2000 y noviembre del 2004 el uso de internet pasó del 42,2% al 70,9%, un aumento de 28,7 puntos, entre los ciudadanos de clase social más acomodada y de mayor nivel de estudios, en cambio entre los ciudadanos en hogares con el menor poder adquisitivo pasó de ser del 1,7% al 7,0%, aumentando tan sólo 5,3 puntos. No sólo resulta alarmante que el índice de usuarios de internet entre uno de los grupos sociales no llegue ni al 10%, sino que la situación de desigualdad se prolonga en el tiempo.
Si consideramos como aceptable un número de usuarios de internet entorno al 70%, que es el índice de usuarios que países como Islandia o Suecia ya han alcanzado, deberíamos esperar que a largo plazo todos los colectivos alcancen ese porcentaje de usuarios.
En España ese nivel sólo lo ha alcanzado el grupo social con mayores ingresos y con mayor educación, en cambio el grupo social con menos ingresos y menos estudios, tardaría la escalofriante cifra de casi 50 años, si el ritmo de crecimiento de usuarios se mantiene como lo ha hecho durante los últimos 5 años.
Aunque no tan dramática, la situación de los ciudadanos con un nivel socioeconómico medio-bajo también es alarmante, aunque han pasado de tener un porcentaje de usuarios de internet del 4,9% en el 2000 al 17,9% en el 2004, este grupo social sólo ha incrementado el número de usuarios en 13 puntos, un ritmo de 3,25 puntos anuales. Para alcanzar el nivel que definimos como aceptable del 70%, tardaría 16 años.
El retraso también se propaga entre la clase media si mantuviera el mismo ritmo de crecimiento que el del período 2000-2004 de 5,8 puntos anuales, tardaría 6 años en alcanzar ese nivel óptimo.
Es decir, prácticamente el 80% de la población se encuentra a 6 años o más de retraso con respecto al conjunto de ciudadanos con mayor nivel adquisitivo y mayor nivel de estudios.
Es más, la distancia en los últimos años ha ido creciendo. En la siguiente tabla aparece la distancia a la que se encuentra el porcentaje de usuarios de clase alta del porcentaje de usuarios de clase baja, media-baja y media.
Tabla 2: Distancia entre el porcentaje de usuarios de clase alta y el de otros grupos sociales a lo largo del período 2000-2004. Fuente: Elaboración propia a partir de los datos publicados en los EGM de noviembre del 2000 hasta noviembre del 2004.
Los datos de la tabla 2 nos indican que las distancias no van a menos sino que han aumentado a lo largo del tiempo, y las desigualdades originales se han ido agrandando en lugar de recortarse.
Comparando el uso de internet con la audiencia en otros medios de información (televisión, radio y diarios), vemos que las distancias no son tan grandes.
Tabla 3: Audiencia de diversos medios por clase social, en porcentaje del total de población de cada grupo social. Fuente: EGM noviembre 2004.
En el caso de la televisión la distancia es prácticamente nula y la distancia entre el porcentaje de oyentes de radio de clase alta y clase baja es de 45 puntos y la distancia en lectores de diarios es de 49 puntos enfrente de los 64 puntos en usuarios de internet.
Este comportamiento también se da en la distancia entre clase alta y media baja, que ges de 37 puntos en radio y 32 en diarios, enfrente a la de usuarios de internet de 53 puntos y por último la distancia entre los usuarios de clase alta y los de clase media en radio se limita a 18 puntos y a 17 en diarios enfrente a los 37 puntos en usuarios de internet. Como vemos la brecha digital por motivos socioeconómicos es mucho mayor que la brecha existente en la audiencia a los medios de comunicación clásicos.
El segundo aspecto de la brecha digital que podemos analizar es la distancia entre usuarios por género.
Tabla 4: Usuarios de internet por géneros. Fuente: Elaboración propia con los datos de las encuestas del EGM entre noviembre del 2000 y noviembre del 2004
La tabla 4 recoge la evolución del porcentaje de usuarios de internet entre hombres y mujeres. A pesar de que el número de usuarios en ambos géneros ha ido en aumento, la distancia se ha ido manteniendo alrededor del 10% y el crecimiento ha sido bastante homogéneo, entre noviembre del 2000 y noviembre del 2004, el porcentaje de usuarios de internet ha aumentado 18 puntos entre las mujeres y 21 puntos entre los hombres, y la distancia de 10 puntos no ha variado desde el 2001. Con lo cuál, a pesar de la existencia de una brecha digital por motivos de género, esta se mantiene estable y el crecimiento de usuarios de internet se produce de una forma homogénea entre los dos géneros.
Hasta ahora sólo hemos establecido la foto de la brecha digital en España, pero no hemos analizado sus causas. Se pueden especular con causas educativas, de coste económico, de conocimiento de las herramientas, etc. pero definir una de ellas como la más determinante no se puede hacer sin datos empíricos.
El objetivo de este artículo no es encontrar las causas últimas de la brecha digital sino establecer una fotografía del estado de la brecha digital en nuestros días. Pero podemos hacer un pequeño esbozo, aprovechando la existencia de una iniciativa de investigación como el ?Projecte Internet Catalunya?5. En este análisis se les pregunta a los ciudadanos catalanes que no utilizan internet el porqué no están conectados. Entre el conjunto de respuestas las que más se producen son ?No saber como funciona? (el 24,9%), ?No encontrarle la utilidad ?(28,8%) o ?ser muy caro? (15,1%), enfrente de un 6% que indica que no le interesa o no le gusta. Estas conclusiones que sólo son aplicables a Catalunya, posiblemente también se darían en estudios parecidos para el resto del estado.
La implantación de las TIC lo que hace es colorear las desigualdades sociales que hay de buen principio6 y el caso español no es una excepción. Como toda desigualdad esta no desaparece de la noche a la mañana sin ninguna acción por parte de las administraciones y la propia sociedad. La desigualdad que se ve patente en el uso mensual de internet, se repite en otros tipos de usos de internet, como puede ser el uso diario de internet donde las diferencias de clase social se vuelven a reflejar7.
Como hemos visto las desigualdades por motivos socioeconómicos, en el uso de las TIC no tienden por sí mismas a reducirse sino que tienden a incrementarse ya que, a diferencia de la brecha digital por motivo de género donde el reclutamiento de nuevos usuarios se produce de forma más equilibrada, el reclutamiento de nuevos usuarios entre los diversos grupos socioeconómicos no se da de forma homogeneizada.
Esta situación provoca, además, un círculo vicioso: los ciudadanos que usan intensivamente internet tienen acceso a más posibilidades de formación, acceso a información, a un entrenamiento y familiaridad con las TIC que les permite adaptarse con más rapidez a las novedades y por tanto acceder a mejores fuentes de información, formación y de promoción laboral. Mientras los ciudadanos sin ese uso intensivo les cuesta más acceder a esa información, no acceden a la formación y aprenden más lentamente a utilizar cualquier innovación tecnológica y son más frágiles a cambios tecnológicos que pueden transformar sus puestos de trabajo y dejarlos sin trabajo. El esfuerzo de toda la sociedad y las administraciones debería enfocarse a no dejar abandonado al colectivo de personas desconectadas para evitar ese círculo vicioso.
NOTAS
1. Bridges.org és una organización para la investigación y el estudio de la brecha digital y para la propuesta de medidas para combatirla.
2. http://www.bridges.org/digitaldivide/index.html
3. Anualmente Eurostat publica datos actualizados del porcentaje de usuarios de internet en cada uno de los países de la UE y de otros indicadores de la sociedad de la información. Como dato ilustrativo, aunque en este artículo no se analiza la brecha digital internacional, España con un 31% de internatutas tiene un 7% menos de usuarios de internet que la media de la UE-25 y se encuentra a 44 puntos de Islandia, el país de la UE con mayor número de usuarios de internet (el 77% de la población).
4. La AIMC establece una división en clases socioeconómicas, esta se realiza por la profesión y nivel de estudios de la persona que hace el aporte económico más importante al hogar y se asigna a todos los miembros del hogar la misma clase social, la distribución que la propia AIMC está estudiando revisar asocia un nivel de ingresos altos, medio-altos, medios, medios-bajos o bajos al tipo de profesión y al nivel de estudios alcanzados por el principal proveedor del hogar. En noviembre del 2004 la división por grupos socioeconómicos que obtiene el EGM correspondería a una clase baja que representaría el 8% de la población, una clase media baja que correspondería al 31% de la población, una clase media que representaría el 40% de la población, una clase media-alta que representaría al 14,4% de la població y una clase alta que representaría al 7,4% de la población.
5. El PIC ?Projecte Internet Catalunya (PIC)? es un proyecto codirigido por Imma Tubella y Manuel Castells de la UOC, que analiza el uso de internet en la sociedad catalana, la empresa en red y el gobierno electrónico, entre varios aspectos.
6. Spanning the Digital Divide, bridges.org 2004.
7. En el EGM de marzo del 2005, el 49,6% de los ciudadanos de clase alta respondían afirmativamente el haber utilizado internet en las últimas 24 horas enfrente del 3,6% de los de clase baja
BIBLIOGRAFÍA:
CASTELLS, Manuel. La galaxia internet, reflexiones sobre Internet, empresa y sociedad. Barcelona: 2001. 317 páginas. ISBN: 84-01-34157-4
CASTELLS, Manuel y TUBELLA, Imma (codirectores). Projecte Internet Catalunya, la societat xarxa a Catalunya. 2002: UOC. Recurso electrónico disponible en: http://www.uoc.edu/in3/pic/cat/pic1.html
BALLESTERO, Fernando. La Brecha digital. Madrid: 2002, Fundación Retevisión. 174 páginas. ISBN: 84-931542-9-6
BRIDGES.ORG. Spanning the digital divide. 2004. Recurso electrónico disponible en: http://www.bridges.org/spanning/report.html
WELLMAN, Barry (editor). The Internet in Everyday Life. Oxford: 2002, Blackwell Publishing. 588 páginas. ISBN: 0-631-23507-8
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